Combatir la
obesidad infantil
La obesidad infantil
no es una dolencia que pueda tomarse a la ligera, lo preocupante y a la vez lo
triste de esta cuestión, es que durante esta edad la obesidad
puede corregirse mediante la implementación de una dieta saludable y el fomento de hábitos saludables.
El mayor problema con la obesidad
es que de no actuar a tiempo, corre
el riesgo de cronificarse, para muestra un botón, el 80% de los niños que pasan a la adolescencia siendo obesos, seguirán siendo obesos durante la edad
adulta con todo lo que ello supone para su calidad y esperanza de vida.
Este riego de cronicidad de la obesidad tiene una explicación biológica. Conforme el individuo va
completando su crecimiento y desarrollo, va ganando de media 6kg entre los 25 y los 65
años. Simultáneamente a este proceso, se va perdiendo masa muscular, lo que hace
mucho más difícil la erradicación de la obesidad
o el sobrepeso, si no se han tomado
las medidas oportunas, esta es la principal razón por la que resulta mucho más
eficiente abordar el problema de la obesidad
infantil a tiempo.
Estrategia para luchar
contra la obesidad infantil
La obesidad infantil puede ser de dos tipos, exógena o
endógena. La obesidad infantil exógena, es la que se produce como consecuencia de la falta de ejercicio físico y de los malos hábitos alimenticios, mientras que la obesidad infantil endógena, es la provocada por determinadas alteraciones
del sistema endocrino.
Pese a lo dicho anteriormente, cabe decir que la gran mayoría de casos
relacionados con la obesidad infantil tienen su origen en la práctica de malos hábitos.
En todos los casos la
estrategia a seguir es la misma, la implementación de una dieta saludable y
la práctica de ejercicio físico.
Es conveniente acostumbrar a los más pequeños desde edades
tempranas, a comer frutas, verduras y
alimentos no procesados. Asimismo, es
imprescindible erradicar de la dieta las grasas saturadas y limitar al
máximo el consumo de azúcares como
golosinas, chucherías etcétera, proporcionándoselos solo en ocasiones
especiales como celebraciones o cumpleaños.
En lo que respecta al ejercicio
físico, es preciso alejar a los niños del sedentarismo, los pequeños deben
ser activos físicamente para fomentar el desarrollo de su organismo. A tal
efecto es importante fomentar en ellos el gusto por los juegos con otros niños,
así como el amor por el deporte y las
actividades al aire libre.
Sería bueno también, que desde pequeños, además de educarlos en una alimentación saludable, acostumbrarlos al consumo de productos ecológicos sanos, como los Superalimentos, como complemento en su dieta y como un importantísmo refuerzo para su organismo y su sistema inmune. Son complementos alimenticios, de rico sabor, que añadidos en sus comidas, batidos, meriendas, etc., les proporcionarán inmensos beneficios.
Entre ellos podemos encontrar la Quinoa, las semillas de Chía, o la Moringa, por ejemplo. Es recomendable informarse y conocer estas maravillas que nos regala la naturaleza.